El Akasha

El término Akáshico proviene del sánscristo akasha que significa éter, espíritu o cielo.

Algunos se refieren a él como un vasto campo de energía que registra el viaje del alma a lo largo de sus reencarnaciones, almacenando cada pensamiento, cada emoción, cada experiencia con sus triunfos, traumas y lecciones pendientes.

El archivo es una dimensión no física de la conciencia, una memoria viva del universo, que contiene la huella energética de todos los acontecimientos ocurridos en el pasado, el presente y los posibles potenciales que nos esperan.

En la tradición védica el akasha es el primer y mas fundamental de los elementos, a diferencia del agua, el fuego, el aire y la tierra, el akasha no tiene forma, es invisible y todo lo impregna. Se trata del espacio primigenio a partir del cual se da forma a las distintas manifestaciones de la materia; de la sustancia fundamental que contiene el potencial de todas las cosas.

El Akasha, es un registro atemporal viviente, que está por fuera de los límites del tiempo y el espacio, con el cual podemos interactuar, explorar e incluso transformar.

Esta fuerza invisible contiene la memoria colectiva de todas las almas, no juzga, tampoco condena, solo registra y ofrece un espacio para la comprensión del camino del alma..

Algunos lo llaman el libro de la vida ya que nos revela que hemos sido y quienes podemos llegar a ser.

La meditación, la respiración, la oración y ciertos mantras sagrados son claves para abrir las puertas de este registro cósmico.

Para acceder solo necesitamos abrir nuestros corazón con humildad y respeto, y dejar que la información nos sea revelada a través de la intuición, los símbolos, las imágenes y pensamientos.

Las tradiciones antiguas hablaban de un vasto campo omnisciente.

Los antiguos yoguis creían que los grandes sabios llamados rishis podían acceder al akasha mediante la meditación profunda. Se decía que en esos estados recibían enseñanzas e información del campo universal.

En el budismo, en la tradición tibetana aparece un concepto similar la idea de una memoria universal o un campo de karma que registra cada acto intencionado es fundamental para la comprensión del renacimiento y la iluminación. Se cree que la alayavijnana representa un almacén de recuerdos impresiones y tendencias que condicionan nuestra experiencia y acciones. Estas impresiones o huellas o samskaras influyen en nuestros pensamientos y comportamientos y destino.

Los monjes tibetanos señalan que al acceder a niveles profundos de la conciencia, información de las vidas pasadas e incluso vislumbres de las consecuencias kármicas futuras.

Los antiguos de egipcios también tenían un sistema de creencias que resonaba con la idea akáshica, es una filosofía espiritual donde el alma de los difuntos se sometía a un juicio en la sala de la Maat o sala de las Dos Verdades, allí el corazón del difunto era pesado en una balanza frente a la pluma de Maat, diosa de la verdad y el equilibrio. Si el corazón era mas liviano que la pluma se decía que el difunto había tenido una vida justa y virtuosa, lo cual le permitiría entrar en el Duat y alcanzar la vida eterna.