ENEATIPO 9

El Pacificador/ El Meditador

Mandato: «no está bien hacerse valer»,

Fijación: Olvido de sí

Pasión a trabajar: Pereza

Virtud a desarrollar: Diligencia

Idea Trascendente: Amor consciente

De niños los Nueve sintieron que no eran vistos ni tomados en cuenta en su seno familiar, tampoco sus opiniones. Aprendieron a hacerse invisibles. Con tal de no causar problemas aprendieron a acomodarse y adaptarse a los demás, resignando sus propios intereses y deseos. No quiere molestar, se dejan llevar, esperando que los demás se hagan cargo de su vida.

Son introvertidos, suelen escuchar mas que hablar, temen decir algo inapropiado o inadecuado que puede provocar conflictos.

Se sienten poca cosa y por tanto tienden a infrovalorarse. Les cuesta mucho decir "no" por temor a que los demas se enojen o se alejen . Expresa su ira de manera indirecta diciendo que si lo que luego no hará.

Creen erroneamente que no tienen nada de especial y es mejor amoldarse para mantener la armonía y no generar conflictos. Prefieren que los demás tomen decisiones por ellos hipotecando sus vidas en aras de la armonía y la paz. En este continuo ceder va perdiendo contacto con el sí mismo.

La pereza mental deriva de la inercia, del olvido de sí mismo, de evitar pensar en sus motivaciones mas profundas, en posponer o dejar para después lo que realmente es importante, lo propio.

Su aprendizaje pasa por transformar su inercia o pereza en un hacer diligente, en hacerse cargo de sí mismo, tomando las riendas de sus vidas. Salir del anonimato, haciéndose valer y aportando su valor al mundo.

La idea trascendente del amor consciente la alcanza cuando el Nueve vuelve a tomar contacto con el sí mismo, con la libertad de ser quien es.

Referencias:

La personalidad o ego se estructura y funciona a través de ciertos condicionamientos cognitivos y emocionales. Estos condicionamientos, con el tiempo, se transforman en patrones rígidos que el propio sujeto no cuestiona, los toma como verdades a partir de las cuales se deriva un estilo particular de pensar, sentir y actuar.

El ser humano funciona en dos planos:

-. Plano inferior: de la Personalidad o Ego

Fijaciones Cognitivas: se trata de un sistema de creencias erróneas que sesgan la percepción y condicionan la manera en que individuo se vincula y actúa en relación a sí mismo y a su entorno.

Pasiones dominantes: se trata de las emociones o impulsos que tienen su origen en las fijaciones cognitivas.

Las fijaciones cognitivas son la raíz del ego y están íntimamente vinculadas a las pasiones.

Las fijaciones y las pasiones no son otra cosa que los patrones mentales y emocionales que dan sustento al ego.

-. Plano Superior de la Esencia del Ser.

Ideas trascendentes: accedemos a ellas a través de la meditación. Son ideas que permiten por un lado, disolver las fijaciones y por otro, la elevación del Ser a través de su conexión con su esencia.

Virtud: es la manifestación emocional del estado iluminado del Ser.